Más fuerte
La risa no se traga las palabras porque no me da la gana de detener la pluma para mirar hacia arriba. Soy un hombre y me jacto de ello con el ceño fruncido, apartando moscas sin la necesidad de olor a comida de sábado. Golpeo mi infancia como a mosquitos en paredes blancas y las bicicletas ya no pesan por las escaleras, quemándose en balcones de sepia y limones. Para que nadie me pregunte después: esto es una declaración sin intenciones.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home