Sencillo
Soy un hombre. Siempre me gusta el color azul porque no soy ordenado.
A veces, como hoy, tengo sed. Me gustaría que el agua siempre fuese azul para pensar en todos los ojos azules y grises y verdes y claros cuando la bebiese.
Me gustan los dedos. Me gusta que sean finos y alargados. No me gustarían tanto si fuesen redondos o si no tuvieran huesos.
A veces pienso que la gente me gustaría más si fuese más delgada y alta, más etérea y frágil, como las figuras de El Greco, pero luego pienso que no.
Me gusta el azul y más cuando es gris. Y el gris cuando es azul.
Me gusta… (esto no lo leas).
A veces cojo menos de treinta pequeños símbolos y los ordeno y entonces escribo.
A veces, como hoy, tengo sed. Me gustaría que el agua siempre fuese azul para pensar en todos los ojos azules y grises y verdes y claros cuando la bebiese.
Me gustan los dedos. Me gusta que sean finos y alargados. No me gustarían tanto si fuesen redondos o si no tuvieran huesos.
A veces pienso que la gente me gustaría más si fuese más delgada y alta, más etérea y frágil, como las figuras de El Greco, pero luego pienso que no.
Me gusta el azul y más cuando es gris. Y el gris cuando es azul.
Me gusta… (esto no lo leas).
A veces cojo menos de treinta pequeños símbolos y los ordeno y entonces escribo.